Segundo día de esta presentación, sois todos muy simpáticos”, así arrancaba Álvaro Rivas, el cantante de Alcalá Norte, la segunda fecha de uno de los conciertos más esperados este 2024 en Madrid. Como si se tratase de una profecía, las listas de espera para la venta de entradas y su sold out tanto el día 26 de abril como ese mismo 28 de abril en la sala El Sótano pusieron las perspectivas fuera de quicio y se preveía como uno de los conciertos del año. Así lo manifestó Jaime Barbosa antes de golpear sus baquetas: “Esto va a estar animal, que nadie esté de mala manera, esto tiene que ser una maravilla”. Y, sin duda, estuvo y estuvieron más que a la altura.

Fue el pasado 17 de abril cuando la banda madrileña Alcalá Norte publicaba su álbum debut con ese mismo nombre, producido por Carlos Elías Caballero y su socio Pablo Fergus, del estudio La Cafetera. Un disco que se ha convertido ya en la imagen del distrito madrileño de Ciudad Lineal, al que pertenecen y en el que se encuentra un centro comercial que también se llama así. Así, las dos fechas mencionadas sirvieron como presentación del mismo y tener un hueco entre el público era sinónimo de tener un pin con la palabra afortunada. O incluso dos, porque hubo gente que hizo doblete.

Rivas, voz de la banda, vestido con una galabiya egipcia a la cual hizo especial mención, cantó todos los temas solemne, firme y con garra, como si se trataran de manifiestos. La Calle Elfo, dedicándosela a su abuela quien vive allí, La Sangre del Pobre, 420NSupermán… Incluso repitió alguno de ellos por la euforia que despertaban en el público, como sucedió con su hit La vida cañón, en la que Rivas nos dijo convencido y con ironía: “Esta sí que os la sabéis, las demás no. Hay que venir estudiados, os hemos dado 11 días desde que salió el disco”. También nos deleitó con alguno de sus temas pasados, como Atrligncia Intificial, y nos preguntó: “¿Es una buena presentación?”, con una autorespuesta directa y rápida “ya lo hicimos el viernes, pero había que dar la cara hoy”. Y la dieron. La cara y el espíritu, que llenaba toda la sala y en ocasiones la dividía, como pasó con el pasillo que se formó en su tema Westminster, seguido de un pogo ensordecedor y a la vez acogedor, que volvía a poner todo en su sitio.

Como si se tratara de una simbiosis entre un profeta y un maestro de ceremonias, Rivas junto a los demás integrantes transmitió todo lo que necesitábamos para tener el ánimo sofocado y alegre. Cada segundo y cada instante se encargaron de que todo se mantuviese por encima del suelo, sin dejar que ls ánimos decayesen ni cuando se produjo algún que otro problema técnico. Estos estuvieron más que bien sobrellevados, con cánticos a capela en los que aprovecharon para hacer versiones de temas de grupos como The Stone Roses.

Además, hubo sopresas anunciadas por Laura de Diego, la teclista, con un “ya vienen los Reyes”. Acto seguido, la banda apareció con una pata de jamón (falsa aunque bastante realista) que lanzaron al público. Eso, y un arsenal de puros que acompañaron de instrucciones: “No se fuman, solo se chulean”.

Así, con souvenirs, emoción, cosquilleos fríos y garrampes con forma de círculos perfectos se cerraba la segunda fecha de presentación de Alcalá Norte, un disco y una banda que promete y que deja palpitando. Sobre todo en su avasallante directo, el cual esperamos se repita muy pronto.